Dado el pésimo nivel de las arcas de Mor-Groddûr, que deberían estar a rebozar con todo lo que los habitantes de esta ciudad saquean, el Señor de las Ceremonias ha decidido colocar un tesorero para controlar el nivel de las arcas.
Llevará las cuentas de quién deposita más cada año. Thaurnamor, sabiendo que ningún goblin que se precie dará nada a cambio de nada, ha decidido recompensar a quien más done cada año con un valioso objeto.