¡Escucha, gusano!

Sí, ya se que esto es un texto, ¿te crees muy listo?, pues no lo eres. No eres más que otro desecho más de los que camina encorvado por nuestra ilustre ciudad. No obstante, hay una salida para los despojos como tú: ¡la Guardia de Anduar quiere ampliar sus filas! y, para ello, estamos aceptando reclutas de nuevas clases para hacer frente a los desafíos que amenazan nuestra gloriosa ciudad!

Presta atención, porque esto no es un juego de niños, aunque dudo que puedas concentrarte lo suficiente para comprender. Si no sabes leer, busca un alma caritativa para que te lea cada letra. Que lo haga despacio, porque con tu agilidad mental seguro que oír dos letras seguidas hace que colapses. No quiero ni pensar qué clase de escatológico desastre sucedería si oyeses un diptongo.

Al grano: necesitamos ladronzuelos ágiles, capaces de infiltrarse en las guaridas de los criminales. ¿Piensas que eres tan sigiloso como una sombra? Demuéstralo, pero ojito con robar en los barracones, que no nos tiembla el pulso.

¿Eres un bardo?, tus redes de contactos e información serán el alma de nuestras tropas. Pero antes, aprende a tocar una melodía que no haga huir a los pájaros, bufón, estamos hartos de oír los clásicos y queremos algo con un poco más de agarre.

Si te crees un mago-ladrón, demuestra que tus habilidades no se limitan a trucos baratos de feria. Queremos hechicería de verdad, no patéticos trucos de cartas. No, esa no es la carta que había elegido.

Los cazadores con buen tino en el arco serán bienvenidos. Si no tienes buen pulso, mejor dedícate a buscar caracoles en el campo, al menos eso estará a la altura de tus capacidades. Sí, también valen ballestas, hondas y cualquier artefacto que haga daño desde lejos. Si no habías leído esto entre líneas mejor no te presentes a la guardia.

¡Ah, los Yver’Adhras! Si realmente sabes cómo moverte en las calles, únete a nosotros y enséñanos algo útil, a ver si nos ayudas a limpiar los arrabales para que no den a luz a más escoria como tú.

Y, por supuesto, no podían faltar los hechiceros. Si eres un lector de hechizos y maestro de la burocracia seguramente tengamos sitio para ti. Ojalá la magia fluya y me haga olvidar, por un momento, cuánto os detesto, insulsos despojos condescendientes y presuntuosos que apestan a herbolario.

¡Dejad de perder el tiempo dando vueltas en las tabernas y presentad vuestro miserable trasero en la oficina de alistamiento Nivrim!, ¡y hacedlo ipsofácticamente!

Prepárate para que te pongamos a prueba, insecto. Si das la talla puede que llegues a aspirar al puesto de Sargento y, si además eres un soldado, puede que algún día me cuadre ante ti, si es que llegas al puesto de General. Pero eso no pasará, ¡inútil!, ¿te imaginas?, ¿yo cuadrándome ante un gusano como tú?

Compórtate y te daremos techo y comida. Hazlo bien y hasta te daremos una palmada en la espalda. Pero, ni por un momento, pienses que voy a tolerar que hagas el vago.

¡Por Anduar y su jodida grandeza!